viernes, 1 de junio de 2012

Fotos para el recuerdo

Estadio de El Helmántico
Temporada 1998 - 99 U.D. Salamanca - C.F. Extremadura


Gaspercic, Poli, Félix, Kalla, Toni Valamazán
A. Toril, Belenguer, Oscar, Manuel, Duré

Estadio Francisco de la Hera
Temporada 1997 - 98     C.F. Extremadura - Sevilla F.C.


Amador, Poli, Juanito, I. Glusevic, Félix, P. José
Rueda, Besora, Oscar, I. Eraña, A. Toril
 

jueves, 31 de mayo de 2012

El poder de la Mente

En el fútbol, las cualidades psíquicas del futbolista ocupan un lugar considerable dentro de la competición. Un jugador no puede actuar a un alto nivel sin una buena motivación. Es por tanto que la combatividad será siempre una gran prueba de voluntad y que la confianza en sí mismo y el asumir riesgos constituirán los genes principales y dominantes dentro de la personalidad del equipo. Estos elementos constituyen ejemplos de las capacidades psíquicas, así como la facultad de superación y concentración tanto a nivel individual como colectivo, son cualidades indispensables en la élite.
El futbolista en su cualidad de deportista de equipo, debe poseer también grandes cualidades sociales. Su disposición a someterse, su sentido de la integración y de la camaradería le permitirán beneficiarse de la solidaridad de sus compañeros. Si se da al equipo, estará asegurado de recibir. Una buena educación en ese sentido creará un colectivo sólido unido, temible en el plan colectivo y como fruto de todo esto, preparado para el éxito. Este conjunto de cualidades psíquicas es de importancia decisiva en los partidos importantes. Entrenadores, periodistas y espectadores constatan frecuentemente que algunos excelentes jugadores no logran poner todas esas capacidades en situación. El origen de pases imprecisos, de ocasiones falladas, de duelos perdidos, proviene de un estado psíquico inestable. Esta es la razón por la cual una gran estabilidad se considera como una cualidad indispensable en el futbolista. Las relaciones entre la técnica, la condición física, la táctica y la psíquica son estrechas.
Cada cual está ligada una a la otra.  Toda acción con balón tiene un aspecto técnico y táctico.  En los duelos por ejemplo con balón, el excelente dominio de éste, destreza, agilidad y resistencia física, también necesita un sentido agudo de la iniciativa y una voluntad por ganar.  Un jugador rápido será apto para recibir un balón en profundidad que uno lento.  La resistencia hará por ejemplo que un partido conserve un nivel técnico elevando durante todo el transcurso, los jugadores psíquicamente fuertes tendrán la posibilidad de utilizar ciertas reservas cuando sus contrarios estén ya cansados.   
Sin embargo, en el fútbol existen ciertas posibilidades de compensación, y un ejemplo de ello es que el jugador más veloz no contribuye siempre a que la acción la ejecute de manera rápida, y un jugador lento puede intervenir más veloz que uno rápido, pero será incapaz de adaptar esa velocidad a la acción puesto que el fútbol no siempre se trata de ir rápido, si no de saber usar bien su velocidad.
Estas posibilidades de compensación son frecuentes en el fútbol, pero no deben ser sobreestimadas. Las razones de una victoria o una derrota siempre deben ser buscadas en el conjunto de cualidades técnico-tácticas, en las posibilidades atléticas y en las cualidades psíquicas de los jugadores, aunque, también es cierto, en el éxito. No olvidemos, sin embargo, que el éxito e incluso la suerte benefician a menudo al que lo busca, al que se lo crea, es decir, al que trabaja para tener éxito.

lunes, 28 de mayo de 2012

La Estrategia

Lo primero, la definición partiendo de que la estrategia o táctica fija, son todas aquellas  acciones que se ejecutan a balón parado tratando de sorprender o neutralizar al contrario. Si lo comparamos con la táctica, que son las maniobras que efectuamos de forma colectiva para superar al contrario pero con una gran diferencia que esta se realiza con el balón en movimiento.
Es muy llamativo la forma en la cual percutimos los entrenadores en ensayos y movimientos programados  en cuanto a la táctica defensiva, dejando la parte ofensiva casi al completo a la creatividad del jugador. Sin embargo en la estrategia de forma paradójica se presta una mayor  relevancia a los movimientos ofensivos, todo lo contrario que la táctica.
A lo largo de la historia tenemos multitud de  ejemplos de todo tipo y de gran calado mundial, desde el Flaco Menotti que no tenía ningún interés en la estrategia, argumentando que se perdía mucho tiempo en estas acciones. El propio Fabio Capello, simplificaba la cosa hasta tal punto que su modelo de porteros y defensas debían de ser grandes, para poder defender mejor las acciones defensivas a balón parado y poder combatirlas a través de la organización y el poderío físico, así como también poder tener posibilidad de remate en jugadas ofensivas a balón parado.
En esta misma línea también se encuentra en la actualidad José Mourinho que propone la concentración y el poderío físico como arma fundamental en la estrategia defensiva y ofensiva, dedicándole para ello el tiempo justo e imprescindible sin darle una gran relevancia.


CORNER DEFENSIVO DEFENSA ZONAL
Por el contrario existen entrenadores caso de Emery, el más actual y cercano que ensaya hasta el saque de inicio del juego, dedicando y dando una  gran relevancia a las jugadas a balón parado, atendiendo en  buena parte del entrenamiento a este apartado. Otro entrenador actual, Guardiola por su parte también le dedica buena parte del entrenamiento a las jugadas de estrategia defensiva y ofensiva, dejando la parte táctica a la improvisación a través del juego de conjunto combinativo y la asociación de muchos jugadores alrededor del balón.
En mi opinión hay que buscar un modelo intermedio un punto de equilibrio entre la estrategia o táctica fija y la táctica lo uno y lo otro, algo así como dice Juanma Lillo;” ante dos jugadores iguales, lo que les hace ser desiguales a la hora de jugar  es la interpretación del juego, la capacidad de seleccionar el lugar”, lo estratégico sería el que  tengo que hacer y lo táctico sería en este caso el cómo  tengo que hacerlo, esa es la diferencia. Tener un jugador o varios en tu equipo, que sean capaz de decidir en el propio terreno de juego lo que es conveniente,  en cada momento o situación del partido sería modelo ideal.