sábado, 19 de mayo de 2012

La gestión del vestuario

En el fútbol de hoy una de las cuestiones que más preocupa es la capacidad que tiene el entrenador para liderar el vestuario. La gran mayoría de los entrenadores son perfectamente conscientes que el éxito que tenga va a depender en un tanto muy elevado de la gestión que haga de su equipo. Cuando un nuevo entrenador se hace cargo de un grupo le invaden las dudas y las preguntas. Se cuestiona a sí mismo de su capacidad, para lograr que el grupo se comprometa y hacer de ese compromiso su bandera. Otra duda que le asalta es qué hacer para motivarlos.
Sacar el máximo rendimiento a su plantilla va a ser el objetivo prioritario del entrenador, ahí reside en gran medida el éxito particular y colectivo; la capacidad que tengan de liderar el vestuario y auto-gestionar, cuando aparezcan las decisiones importantes, en forma de alineaciones por ejemplo, y el conflicto que genera cuando se le plantean este tipo de situaciones para saber motivarlos.
Final de Copa Madrid Temporada 2007-08
Indudablemente en un fútbol tan competitivo como el nuestro, va a depender en gran medida de que si la pelota entra o no. Mientras los resultados vayan de cara todos los conflictos y los problemas se minimizan; entonces, todo es más llevadero. Cuando el balón no entra los conflictos surgen de debajo de las piedras y se magnifican; esto conlleva a reconducir la situación.
La actuación del entrenador ante tales divergencias debe ser ejemplarizante y debe exigir compromiso al grupo para unificar criterios en la misma dirección, las situaciones difíciles no las va a resolver el entrenador por sí solo, debe existir colaboración del grupo. Para ello el grupo le debe ver como una persona cercana, próxima. Cuando un entrenador nuevo llega a un vestuario se generan dudas, todos los cambios afectan de manera llamativa al grupo.
Cada entrenador suele tener unas ideas y se caracteriza por ellas en la forma de plantear las tareas, los entrenamientos, los partidos deben ser lo más claras posibles y plantearlas sin ninguna duda, que las ideas sean sus señas de identidad para que no exista ninguna duda al respecto. Él debe ser un ejemplo, un espejo donde mirarse, las normas de disciplina han de ser las mismas para todos, cundiendo el ejemplo en el líder. Por eso la puntualidad en las diferentes citas o convocatorias debe ser él el primero, para luego poder exigir. “Dar ejemplo no es la principal forma de influir en los demás, ha de ser la única forma”, esto lo dijo Albert Einstein hace ya un siglo
Final de Copa Madrid Temporada 2007-08
 El entrenador ha de hacer de la comunicación el eje principal de todo, un buen comunicador es el que llega a estimular a sus jugadores en situaciones puntuales y será la herramienta perfecta que utilice para motivar.

viernes, 18 de mayo de 2012

Fotos para el recuerdo

PRIMERA DIVISION

      Temporada 1998 - 1999                 Francisco de la Hera

F.C. Barcelona: Hesp, Pelegrino, Rivaldo, L. Enrique, P. Guardiola (c),  F. de Boer
                            Abelardo, Cocu, Sergi, Figo, P. Kluivert



 C.F.Extremadura: Amador, R. Kalla, Exposito, I. Gabrich, Poli, Felix (c),
                          Belenguer, Oscar, David, Toni Velamazan, Duré.
 

jueves, 17 de mayo de 2012

LA AUTOCONFIANZA EN FUTBOL


LA AUTOCONFIANZA



Si pensamos que no somos capaces de realizar una determinada tarea o trabajo probablemente no seremos capaces de hacerlo. De ahí parte la importancia de la autoconfianza en el fútbol.

Una buena  definición de  autoconfianza aplicada al deporte en general, es la convicción que una persona tiene en poder llevar a cabo unas habilidades necesarias, para ejecutar con éxito la conducta requerida y producir un determinado resultado. En el ámbito deportivo se utiliza con frecuencia para referirse a la percepción que tiene la persona sobre su capacidad para enfrentarse a una determinada tarea.

La autoconfianza es, por tanto, la convicción que posee una persona para superar una prueba basándose en sus habilidades ( físicas y mentales ). En el caso de las demandas deportivas, depende de la perfección de auto-eficacia.

Según, Bandura, la percepción de auto-eficacia colectiva parece influir en el esfuerzo conjunto de los deportistas de un equipo, de manera que aprenden que pueden conseguir  el éxito aún cuando cualquiera de sus componentes tenga un mal día.

Siguiendo a este autor, el modelado de conductas eficaces, como dice Bandura, en los deportistas más significativos del equipo puede ayudar a mostrar a sus compañeros que controlan la situación incluso cuando las cosas no salen bien.

La percepción de autoconfianza, o lo que es lo mismo, de auto-eficacia implica el desarrollo de una perspectiva realista de las expectativas previas, con unos objetivos realistas de realización. Y para ello es fundamental contar con una elaboración de planes de actuación, previsión de dificultades, preparación de planes alternativos, así como una evaluación apropiada del rendimiento y de lo que en realidad sucede.

Por ello son estrategias fundamentales en el desarrollo de la auto-eficacia colectiva e individual las experiencias de éxito (como los partidos amistosos) o de fracaso controlado, que ayuden a evaluar y analizar el rendimiento. La autoconfianza no garantiza el éxito en la ejecución pero, si no se tiene confianza, es menos probable que se obtenga un adecuado rendimiento.

Tener autoconfianza es tener una perspectiva realista sobre lo que se puede conseguir. Si se tiene un nivel óptimo de autoconfianza, a veces se comenta "ese equipo va solo", se establecerán unas metas acorde con las habilidades y características individuales de cada sujeto, y en conjunto global del mismo, conocerán lo que pueden conseguir y cuáles son sus límites, reconociendo errores y luchando por corregirlos.


El nivel de autoconfianza de los futbolistas afecta a sus niveles de motivación, concentración, resistencia física, manejo de la presión etc. Si la autoconfianza es baja, no se esforzarán lo suficiente y su rendimiento será menor. El exceso de autoconfianza es tan perjudicial como la falta de ésta. Niveles altos de confianza hace pensar al deportista que ya no debe esforzarse tanto para conseguir una adecuada ejecución pudiendo llegar al fracaso. Este exceso produce confusión entre lo que es y lo que les gustaría que fuese, llevándoles a no admitir errores, autocrítica inadecuada, creación de conflictos entre compañeros y entrenadores . . . . 
Bernd Schuster dando instrucciones al fondo Félix Carvallo

Es importante que los propios futbolistas analicen y tomen conciencia de las situaciones donde hayan experimentado excesiva o escasa confianza, así como también donde el nivel fue óptimo. Así sabríamos en que áreas intervenir para obtener su mejor nivel de confianza.



 

miércoles, 16 de mayo de 2012

La Tactica: Reflexiones

Mucho se ha dicho, escrito y debatido  a cerca de la táctica, accediendo a mis apuntes y reflexiones sobre todo de gente con muchísima relevancia e historia en el mundo futbolístico, leo repaso y releo buscando en las despensas, salvaguardando los tiempos que corren y los criterios utilizados entonces, actualizando ejemplos muchos a lo largo de la historia, de técnicos que han dejado calado entre los más fervientes seguidores y que son validos a tiempo presente.
Cesar Luis Menotti
Menotti escribió hace aproximadamente más de una década a cerca de la Táctica lo siguiente: “al jugador de fútbol se le dice absolutamente todo, cuando tiene que levantarse y acostarse, cuando debe chutar, pasar, o rematar…..”. Se le dictan  los ejercicios con mil y una pauta dos toques, salta, corre, tira , regates….., que el propio jugador ni se pregunta ni tan siquiera se lo cuestiona pero si obedece como si fuera una máquina perfecta. Decía el flaco en sus apuntes que se les dicta absolutamente todo menos la esencia lo realmente importante que es “pensar”.
Hoy en los tiempos que corren, y aplicando sus reflexiones a nuestro tiempo en el deseo de protagonismo que tienen algunos entrenadores llegan a sentir y pensar que los partidos los resuelven ellos con ese deseo de ser protagonistas, como si el  fútbol fuera como el ajedrez y aún así se equivocan porque se creen que en ajedrez esta todo medido,  previsto y tampoco es cierto esa obsesión por tener todo controlado, minimiza lo imprevisto sin dejar paso a lo espontaneo a la creatividad o a la propia calidad.

Xavi Hernandez
Así, y en su justa medida las nuevas tecnologías que por los avances de la ciencia se nos ofrece a los entrenadores, son una herramienta útil  de gran provecho, pero nunca debe ser una excusa para en el deseo por programar y controlar todo, arrancar de cuajo lo espontáneo, "el desorden dentro del orden" de un equipo de fútbol. Por eso el dibujo de un equipo,  ejemplo el famoso 1-4-3-3 del Barça, solo es visible en el inicio de cada parte, si tomamos una foto aérea, el resto del partido no existe tal o cual dibujo. El futbol es un juego y como tal el ser humano inventa crea y piensa, es por eso que los entrenadores deberíamos tener esa obsesión por hacer pensar a nuestros jugadores y no atiborrarles con lecciones de táctica que en muchos casos encorsetan el propio juego, después, repito solo después, aconsejarle en la toma de decisiones e incitarles a pensar, esa será sin duda la mejor táctica posible.
Me postulo en la línea de Benitez, que pone en funcionamiento todos y cada uno de los medios, de las nuevas tecnologías  que van surgiendo en el devenir del tiempo conjugando con el pensamiento táctico, lo espontaneo,  lo imprevisto dentro de lo previsto.   

martes, 15 de mayo de 2012

EL ASCENSO DEL MITICO EXTREMADURA


 EN FUTBOL LO IMPOSIBLE NO EXISTE

En el mundo del fútbol, existen infinidad de gestas a lo largo de la historia, que equipos con unas estructuras prácticamente nulas pasan de la noche a la mañana, de jugar en categorías inferiores a codearse y pelear con los más grandes del balompié mundial. Es este el caso único, histórico, del C.F. Extremadura de Almendralejo (Badajoz), una ciudad que apenas llega a 30.000 habitantes y un equipo modesto que fue capaz en una década de pasar de categorías regionales a competir en la Primera División, en la que se denominó “la primera liga de las estrellas”, en la temporada (1995-96)

Así empezó todo: tras dos años compitiendo en Tercera División, en la segunda temporada llegamos a la última jornada de liga con el C.F. Extremadura - C.P. Cacereño, prácticamente empatados a todo, pero nosotros teníamos la ventaja de jugar en nuestro campo; con nuestra afición, el partido era a cara o cruz, quien ganara conseguiría ascender a la Segunda División B. Esa semana se había despertado tanta expectación que incluso la TV de Extremadura hizo por primera vez en directo un partido de fútbol. En lo que al juego se refiere, el Cacereño fue mejor pero ese día estaba señalado como el principio de todo y no fallamos; 1-1, nos valía el empate y conseguimos el primer ascenso.

Llegaron las promociones a la segunda división B, después de cuatro temporadas y un par de promociones de ascenso, en la segunda  tras una liguilla fantástica conseguimos ascender a la LFP, es decir, Segunda División A, en la que conseguimos mantener la categoría en la primera temporada, para en la segunda conseguir la proeza de jugar la promoción de ascenso a Primera División frente al Albacete.

Plantilla del C.F. Extremadura del debut en Primera División

Pese a contar con uno de los presupuestos más bajos, apenas 200 millones de las antiguas pesetas, el equipo realizó la machada de ascender a la Primera División, tras vencer al Albacete (1-0 y 0-1). La prensa de todo el país y parte del extranjero se trasladó a esta pequeña localidad extremeña, todo el mundo quería saber de aquel equipo, desde el New York Times, la Gazzetta dello Sport, la BBC, y por supuesto todos los periódicos deportivos de tirada nacional: As, Marca, Mundo Deportivo. Recuerdo que los días posteriores algunos corresponsales de estos medios pidieron permiso a Josu Ortuondo (el míster) para entrenar con nosotros y así poder sentir y vivir en primera persona el milagro, entre otros el presentador Pedro Ruiz.


Ascenso a Primera División 97-98
Sin embargo, ese sueño, esa gesta solo duró un año, el equipo pagó la novatada tras una primera vuelta  pésima,  que a la postre sería lo que nos  condenó para el resto del campeonato. Pese a este revés el equipo no bajó los brazos, y de la mano de Rafa Benítez, Almendralejo volvió a ser de primera y a recuperar un lugar entre los grandes. Pero eso sí, esta vez todavía más épico si cabe y lo consiguió de forma directa, realizando una temporada brillante, aunque de nuevo volvió a caer, por una mala planificación por parte de la federación española de fútbol la liga la formaron 22 equipos y el descenso era de los 4 últimos, el C.F. Extremadura terminó el campeonato regular en la 4 posición por abajo, lo que por segunda vez le obligaba a disputar la promoción por el descenso que no superó frente al Rayo Vallecano.

Los siguientes años fue capaz de  aguantar tres campañas más en segunda división, hasta que empezaron los problemas institucionales entre cambios de presidencia y demás avatares con el que comenzó un declive, que terminó con la desaparición del mítico C. F. EXTREMADURA.


lunes, 14 de mayo de 2012

Claves para una buena formación

El fútbol base, el fútbol formativo en general está en manos de los clubes más modestos y de los padres que gracias a sus aportaciones en tiempo y especies, son los que financian y sustentan las competiciones. Hay una gran parte social y otra que es selectiva en donde muy pocos llegan. Cuando esto sucede los mejores, los más fuertes, tendrán que formarse y superar todas las dificultades, que son muchas, especialmente cuando no se juega, junto con las lesiones físicas y morales. La formación de un futbolista se produce en muchas ocasiones de forma autodidacta. “Saben hacerlo pero no como lo hacen”. Después si caen en manos de un buen entrenador, sobre esto habría que editar un nuevo artículo o unos cuantos, tienen muchas más opciones de llegar a los grandes clubes. Las oportunidades se las tendrán que ganar, pero siempre hay un componente individual de actitud, esfuerzo, talento, sacrificio, humildad, inteligencia, una pizca de suerte, el momento, en el sitio adecuado, en la hora justa, que determina su trayectoria.

Los entrenadores debemos detectar su vocación, sus aptitudes, enseñándoles la dificultad que conlleva llegar al máximo de sus posibilidades individuales, animándoles y exigiéndoles al mismo tiempo a que se cuiden, aprendan de los errores ajenos y propios, valoren con humildad sus virtudes y defectos, ser inteligente en la toma de decisiones, apostar por lo sencillo, que respeten el juego en toda su magnitud contrario, árbitros, compañero, tengan un poco de suerte con las lesiones. Recibirán en su largo camino muchas ordenes, demasiada “táctica”, exceso de “profesionalidad” en edades en las que debe imperar el juego lo espontaneo por encima de toda regla el jugador de la calle; demasiados gritos (los jugadores no se enteran y solo sirve para desahogar la frustración de los que gritan), por parte de entrenadores, padres, familiares y tendrán que convivir con una competencia feroz. En el pasado como en el presente sin la vocación y la ilusión es prácticamente imposible soportar la tensión, la presión que supone estar durante todo el año compitiendo. El jugador profesional tiene que cuidar su estado físico y mental, ya que de su esfuerzo individual continuado dependen los resultados, propios y del equipo.


Pero principalmente, el fútbol nos ha enseñado el camino, una forma de vida para una mejora social, por suerte para muchos de los que amamos este deporte sigue avanzando y cautivando cada día a más y más seguidores independiente de culturas, razas y religiones, demostrando que todos somos iguales ante el balón.