Una
definición de la autoconfianza; “ es la convicción que una persona tiene, en
que puede llevar a cabo unas habilidades necesarias, para ejecutar con éxito la
conducta requerida y producir un determinado resultado”. En el ámbito del
fútbol se utiliza con frecuencia para referirse a la percepción que tiene el
jugador sobre su capacidad para enfrentarse a una determinada tarea o acción.
La
autoconfianza es, por tanto, la convicción que posee una persona para superar
una prueba basándose en sus habilidades físicas y mentales.
Según
Bandura, la percepción de auto-eficacia colectiva parece influir en el esfuerzo
conjunto de los jugadores de un equipo, de manera que aprenden que pueden conseguir el éxito aún
cuando cualquiera de sus componentes tenga un “mal día”.
Siguiendo
a este autor, el modelado de conductas eficaces, como dice Bandura, en los
jugadores más significativos del equipo puede ayudar a mostrar a sus compañeros
que controlan la situación incluso cuando las cosas no salen bien.
La
percepción de autoconfianza implica el
desarrollo de una perspectiva realista de las expectativas previas. Y
para ello es fundamental contar con una elaboración de planes de actuación, previsión
de dificultades, preparación de planes alternativos, así como una evaluación
apropiada del rendimiento y de lo que en realidad sucede.
Por
ello son estrategias fundamentales en el desarrollo de la auto-eficacia
colectiva e individual las experiencias de éxito (como los partidos amistosos)
o de fracaso controlado, que ayuden a evaluar y analizar el rendimiento. La autoconfianza no garantiza el éxito en la
ejecución pero, si no se tiene confianza, es menos probable que se obtenga un
adecuado rendimiento.
Tener
autoconfianza es tener una perspectiva realista sobre lo que se puede
conseguir. Si se tiene un nivel óptimo
de autoconfianza, se establecerán unas metas acorde con las habilidades y
características individuales de cada sujeto, conocerán lo que pueden conseguir
y cual son sus límites, reconociendo errores y luchando por corregirlos.
El
nivel de autoconfianza de los jugadores afecta a sus niveles de motivación,
concentración, resistencia física, manejo de la presión etc.
Si
la autoconfianza es baja, no se esforzarán lo suficiente y su rendimiento será
menor. El exceso de autoconfianza es tan perjudicial como la falta de ésta.
Niveles altos de confianza hace pensar que ya no debemos esforzarnos tanto para
conseguir una adecuada ejecución pudiendo llegar al fracaso. Este exceso
produce confusión entre lo que es y lo que les gustaría que fuese, llevándoles
a no admitir errores, autocrítica inadecuada, creación de conflictos entre
compañeros y entrenadores,...
Es
importante que los jugadores analicen y tomen conciencia de las situaciones donde
hayan experimentado excesiva o escasa confianza, así como también donde el
nivel fue óptimo. Así sabríamos en qué podemos y donde intervenir para obtener su mejor nivel de
confianza.
Bibliografía:
· Apuntes curso Técnico Deportivo Superior en Fútbol.· Bandura, Autoconfianza y Deporte
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