"El
Talento"
Desde mi punto de vista el
talento no se puede cuantificar ni mucho menos medir. No existe ningún estudio
al respecto, es innato. Hoy, desde mi experiencia, considero que es una
cualidad que se lleva en la personalidad del individuo, en los genes; por eso
con el talento, se nace.
El entrenador es decisivo en el proceso, y las correcciones
que efectúe serán de vital importancia y uno de los vehículos más apropiado
para recorrer el camino. Hay que provocar que los errores formen parte del
proceso de aprendizaje; un error no debe ser el causante de una bronca por
parte del entrenador. Este error o fallo debe ser interpretado como un punto de
inflexión, será por lo tanto un problema al que hay que dar respuesta para que
no vuelva a suceder.
El entrenador debe comportarse ante los fallos permitiendo que sucedan y dejar que la propia dinámica del ejercicio y el propio comportamiento del jugador sean los que generen el error; así surgirá la respuesta correcta. Hacerse preguntas acerca del objetivo marcado en la tarea, si estamos o no consiguiendo el objetivo y porqué, para que el propio jugador busque la solución, piense la respuesta y colabore con la solución.
Una vez encontrada la solución el jugador ha de ponerla en práctica y de este modo comprobar la eficacia de la decisión tomada. Llegados a este punto el entrenador ha de confirmar que la solución es la correcta y aportar una explicación más detallada del o de los errores generados.
El niño no debe sentir temor a equivocarse; el miedo oprime al talento. Hay que procurar que el error sea la solución y nunca un motivo de conflicto, los errores cometidos no son nunca intencionados; como niños se manifiestan de forma natural y espontánea.
El entrenador debe comportarse ante los fallos permitiendo que sucedan y dejar que la propia dinámica del ejercicio y el propio comportamiento del jugador sean los que generen el error; así surgirá la respuesta correcta. Hacerse preguntas acerca del objetivo marcado en la tarea, si estamos o no consiguiendo el objetivo y porqué, para que el propio jugador busque la solución, piense la respuesta y colabore con la solución.
Una vez encontrada la solución el jugador ha de ponerla en práctica y de este modo comprobar la eficacia de la decisión tomada. Llegados a este punto el entrenador ha de confirmar que la solución es la correcta y aportar una explicación más detallada del o de los errores generados.
El niño no debe sentir temor a equivocarse; el miedo oprime al talento. Hay que procurar que el error sea la solución y nunca un motivo de conflicto, los errores cometidos no son nunca intencionados; como niños se manifiestan de forma natural y espontánea.
Metodología: descubrimiento guiado jeje tienes mucha razón en esto. Los niños aprenden más viendo y conociendo sus errores que si el entrenador les obliga a no realizar una ejecución técnico-táctica porque sí.
ResponderEliminarTambién pienso que llegará más lejos el talento entrenado que el que nace con cierto talento, ya que el sacrificio, el compañerismo, respeto, etc. como dices es casi igual de importante y a veces más que el simple talento de poder meter goles. Este año tenía un jugador que habrá metido 70 goles en toda la temporada, pues los mejores partidos era los que había metido 1 o 2 pero había dado 6 a sus compañeros, la felicidad del grupo y la satisfacción de los niños era plena. Y eso le ayuda a crecer, ya que cuando ha pensado en sí mismo los compañeros le han pedido el balón constantemente y al final hasta se enfadaban con él.
Un saludo Félix.
En el fútbol de hoy, donde todo y todos intentamos medir, calibrar, cuantificar, existe poco margen para lo espontáneo y es aqui donde nos estamos equivocando, el fútbol sin controles, sin normas, el de la calle se va perdiendo por el afán de controlarlo todo. No es lo mismo conducir que reconducir.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un Saludo.
Hola Félix, me ha gustado mucho tu artículo y pienso además, en lo difícil que es poner en práctica lo de "dejar fluir el talento".
ResponderEliminarResulta que las escuelas que más posibilidades tienen de entrenar ese talento innato que tienen su jugadores, son las que más presionan con los resultados en los partidos y la clasificación final, y no te digo nada de los padres de esos jugadores.
Pero está también el extremo opuesto, donde tienes jugadores con varios niveles y donde la presión de los resultados no la tenemos,pero claro, aquí viene lo difícil; cuando eres formador de niños (como es mi caso) prebenjamines de primer año, lógicamente priorizas el juego, el compañerismo, el comportamiento, que tengan ilusión por venir a entrenar y jugar,etc.....
Explicar a los padres sobre todo al principio que los nanos están para divertirse con la pelota, que con esta edad, están para aprender a tocar,chutar, pasarse con el interior, etc.....
Cuando consigues convencerlos es cuando empiezas a disfrutar de tu labor, cuando no te critican porque no berreas en los partidos colocándolos como peones de ajedrez, "es que no sabemos sacar un corner", "es que siempre están en fuera de juego"... ufff... podría seguir???.
Yo este año me he enfrentado a equipos que se ponían en el campo como las fichas del "Jumanji", nanos que casi no han jugado porque están más gorditos o porque corren poco, que te han metido jugadores del otro equipo más fuerte para ganarte y los habituales no han jugado o han jugado menos.... etc...
Por eso te felicito por el artículo, porque me parece que se está perdiendo el norte en cuanto a preparación de nanetes tan pequeños y ya desde prebes los quieren formar como si tuvieran 15 años.
En fin, saludos y aquí tienes otro seguidor más, ya te veía en el campo del Levante, ahora me alegro de poder contactar contigo por aquí.
Primero agradecerte tu comentario y animarte a seguir haciendolo, estaré encantado de responderte. Efectivamente todo lo que comentas acerca de la formación es una realidad palpable, y a medida que avanzamos en está vorágine del fútbol Base, se acrecentan los problemas. Existen una serie de intereses conjuntos y relacionados entre si ,federaciónes, escuelas, padres, entrenadores . . . que tal y como está planteado este circo tiene una difícil solución.
EliminarNo existe una normativa clara precisa y directa para regir la formación y ahí está la madre del cordero. En cuanto a la forma de entender este deporte y su didáctica la mayoría antepone el resultado a la formación, como tu comentas y como muy bien dice el maestro Horst Wein en su libro "fútbol a la medida del niño": "Algunos entrenadores regalan peces a sus alumnos, pero son pocos los que les enseñan a pescarlos".
Muchas gracias por tu comentario.
Un Saludo